El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia contra la Asociación de Internautas por alojar páginas como www.putasgae.org y www.antisgae.internaturas.org, puesto que estas contenían términos como "Puta SGAE", "ladrones", "mafiosos", o "matones a sueldo".

Dichas páginas han sido cerradas, por lo que no deben de confundirse con otras como http://putasgae.info a pesar de que también repita la frase "Puta SGAE" que el Tribunal Supremo ha condenado.

Este caso me recuerda -desde el punto de vista lingüístico- un artículo de Perez-Reverte en el que nos hablaba de la satisfacción de llamar a alguien hijo de puta. Así, con todas las letras, en lugar de usando corruptelas como hijoputa con las que no es posible paladear la inflexión de la frase: separando cada palabra con una pequeña pausa y no olvidando la expresividad de la p, que con su sonoridad explosiva da el punto de gracia a este castizo insulto. También me evoca esto.

Resumiendo, no llameis Puta SGAE a la Sociedad General de Autores y Editores, ni tampoco ladrones -desde que Google modificó artificialmente los resultados de la búsqueda de esta palabra, la sociedad ya no figura en el primer resultado-. Es delito.